1. INTRODUCCIÓN:
En el año 209 a.C. Publio Cornelio Escipión ataca por sorpresa Cartagena, conquistándola.
A partir de ahora la llamada Carthago-Nova se convierte en uno de los más destacados centros portuarios romanos en el mediterráneo; con César la ciudad pasó a tener el estatuto jurídico de colonia y con Augusto la construcción del teatro y la monumentalización del foro.
A finales del siglo I, Cartagena asistió a un gran desarrollo arquitectónico y urbanístico sin parangón alguno en su historia y hacia finales del siglo IV, Diocleciano, dividió el territorio peninsular creándose la provincia Carthaginensis.
2. DÓNDE COMER:
Los romanos hacían tres comidas al día:
El “ientaculum” era el desayuno, que consistía en pan huntado con ajo, sal o algún otro condimento, también se solía desayunar queso, huevos, leche, miel, algunos frutos secos, uvas.
En el almuerzo o “prandium” se comían las sobras de la cena del día anterior, bien frías o recalentadas.
Y por último, la cena o “cenae”. Era la comida más importante del día y se solía reunir toda la familia o con invitados, celebrando los famosos banquetes. Comenzaban a comer sobre las 4 o las 5 de la tarde y duraba varias horas, ya que constaba de varias partes: “gustus” que eran unos entrantes, ensaladas, aceitunas, pescado en salazón…acompañado de vino mezclado con miel, para ir abriendo el apetito. Despues tenían el primer plato o “prima mesa” que consistían en varios platos de carnes (carnes de cerdo, cordero, buey, jabalí, aves de casi cualquier tipo (desde el pollo hasta el flamenco pasando por faisanes, pavos reales…)), pescados, mariscos…y acompañados de más vino. Y como segundo plato o “secunda mesa”, dulces, fruta o frutos secos, por supuesto con más vino dulce.
Durante toda la velada los comensales charlaban entre ellos, eran servidos por esclavos y siempre había amenización de música y danza o se recitaba poesía.
3. DÓNDE DORMIR:
La domus romana tiene su origen en las viviendas etruscas, están divididas en una parte pública y en otra privada, más íntima y familiar y son reflejo de un cierto nivel alto de vida y de un creciente poder adquisitivo.
La domus romana solía tener una única entrada, a través de ella se accedía a un vestíbulo que conducía a un atrio principal, cuya función es la distribuir las estancias y la de proporcionar luz y ventilación, y un pequeño estanque (impluvium) que servía para recoger el agua de la lluvia que caía por el tejado inclinado (compluvium). Algunas de estas estancias eran utilizadas como espacios de negocio (tabernae) por el dueño.
La parte privada de la casa de la casa está dirigida hacia el entorno familiar, es un ámbito restringido e íntimo. En este ámbito de la casa encontramos la cocina, los baños (si tenían) y los dormitorios (cubículum).
Además solía haber un comedor (triclinium) en donde se comía recostado y un tablinium que en un principio era el dormitorio del dueño (dominus) pero acabó siendo una especie de despacho o de estudio (también del dueño de la casa).
4. QUÉ VISITAR :
4.1. Museos
1. Arqua, Paseo Alfonso XII, 22 (Ruta Arqueológica II)
2. Museo Teatro Romano, Plaza del Ayuntamiento, 9 (Ruta Arqueológica I)
3 Museo Arqueológico Municipal, Ramón y Cajal, 45 (Ruta Arqueológica II)
4 Museo Foro Romano Molinete, Adarve (Ruta Arqueológica I)
4.2. Centros de Interpretación:
5. Centro de Interpretación de la Historia, Colina de la concepción
6. Centro de interpretación de la Muralla Púnica, S Diego, 25 (Ruta Arqueológica I)
7. Centro de la interpretación de la Arquitectura Defensiva, Faro de Navidad
4.3. Monumentos
8. Fuerte de Navidad, Faro de Navidad
4.4. Edificaciones
9. Castillo de la Concepción, Colina de la Concepción
10. Casa Romana de la Fortuna, Plaza del Risueño, 14 (Ruta Arqueológica I)
11. Augusteum Caballero, 17 (Ruta Arqueológica I)
12. Ascensor panorámico Gisbert S/N
4.5. Lugares
13. Molinete
5. ¿QUÉ HACER?
La música era un elemento importante en la vida cotidiana de Carthago Nova, amenizaba sus fiestas y espectáculos, animaba a las legiones en la batalla, relajaba los ánimos en el hogar y asaltaba a los transeúntes en las calles de la mano de músicos callejeros enmascarados.
Generalmente, los músicos callejeros tocaban los cymbalos (platillos metálicos), el pandero (tympanon) y los aulos; mientras que en los ámbitos domésticos eran más comunes los instrumentos de cuerda relacionados con los recitales de poseía, tales como la cytara (lira). En los banquetes, por su parte, eran habituales las mujeres desnudas tocando aulos (flauta doble), mientras que en el ámbito militar el cornus, trompeta circular de gran tamaño reforzada con una barra metálica, era el instrumento principal.
Los romanos eran grandes aficionados a los juegos estratégicos y de azar, a pesar de que estos últimos se encontraban prohibidos por la ley romana. Eran populares los juegos con tablero, fichas y dados; cuando no disponían de tablero improvisaban haciendo unas rayas en el suelo o esgrafiándolo en piedras o tegulae.
Un juego de estrategia de gran éxito en la época era el denominado 'ludus latrunculorum', similar a las damas o el ajedrez.
Entre las actividades de ocio preferidas por los romanos se encuentra, sin lugar a dudas, la trilogía del entretenimiento: luchas de gladiadores, representaciones teatrales y espectáculos circenses.